La siesta es considerada como uno de esos pequeños placeres de la vida, forma parte del ritmo natural del organismo y nos trae un paréntesis de calma y tranquilidad en medio del ajetreo diario.
El arte de la siesta consiste en saber coger la ola y seguirla, como en una tabla de surf.
Aunque no se llegue a dormir, se puede utilizar el tiempo de la siesta para practicar un poco de silencio y recogimiento que facilitan entrar en contacto con uno mismo. Realizar un alto en el camino permite tomar conciencia de quién se es y qué importa en la vida.
La siesta perfecta debe durar entre 15 y 30 minutos. Este tiempo es suficiente para recargar pilas y descansar el cuerpo y la mente sin entrar en un ciclo de sueño profundo.
Tú decides cuanto tiempo necesitas para el descanso, cada 15 minutos tocaremos las Tingshas como aviso, así evitamos el uso de alarmas o de estar pendiente de la hora.
Todos los miércoles de 15:30 a 16:30 en Tiyoweh. La quietud.