El Movimiento Expresivo ofrece una vía de autoconocimiento y transformación a través del cuerpo y de diversos recursos artísticos que permiten nutrir y armonizar los centros energéticos eliminando tensiones musculares y psíquicas, restableciendo el flujo energético y aumentando la conciencia corporal. Asimismo, se actualiza el potencial y los recursos internos de cada persona, fomentando una relación equilibrada entre pensamiento, cuerpo y emoción.
En un entorno protegido exploramos el cuerpo desde la expresión y el juego para liberar y vitalizar; tomar conciencia de las dificultades, facilidades, necesidades y deseos; y estimular la experimentación, la expresión creativa y la elaboración de los mensajes y contenidos impresos en el cuerpo. Así damos espacio a lo que necesita ser atendido propiciando un diálogo nutritivo y reparador con uno mismo y con el entorno, y ampliando la mirada que, además de incluir las dificultades, se enfoca en los talentos y capacidades.
Las herramientas de las cuales nos nutriremos son estiramientos y hasanas de yoga, movimiento guiado y libre, la plástica, la escritura, el masaje y la meditación.