Si en nuestra cabeza nos ronda una historia que nos gustaría contar, entonces, ¿por qué no hacerlo? Tenemos la herramienta perfecta. Se llama escritura y está a nuestro alcance. Sin embargo, conviene aprender y aplicar técnicas que nos ayuden a expresar eso que hemos imaginado. También nos servirán para enganchar a nuestro posible lector y que no pueda parar de leer hasta que llegue al punto y final.