Este FENG SHUI, se basa en la PERCEPCIÓN.
Lo más importante es LO QUE ES, y no lo que "debería ser".
Me sorprende cuando digo Feng Shui, que la gente lo reconozca como un montón de reglas y normas: "tienes que poner esto aquí, quitar esto de allá, sobre todo vigila esto, no se te ocurra hacer aquello otro...".
No es que estas reglas no sirvan, es que fueron creadas para algo, pero no sabemos para qué y las utilizamos de forma supersticiosa.
Cuando trabajamos con la percepción, encontramos los orígenes de los malestares. Generalmente son temas que están escondidos y de los que hemos perdido el rastro.
Una atención entrenada sumada a un trabajo de limpieza energética profunda, recupera la visión de la raíz de los problemas.
Desde esta imagen, es posible CREAR UNA PROPUESTA DE ARMONIZACIÓN a partir de un orden. ¿Cuál ORDEN? El que descubrieron los monjes taoístas meditando. Este orden responde a la ESENCIA DE LA NATURALEZA. Describe la manera en que la Naturaleza se mantiene EN EQUILIBRIO por si misma y en relación a las fuerzas de la Tierra y del Cosmos.
Así, desde este orden libre, LA PERSONA ELIGE LAS FORMAS DE ARMONIZAR SU ESPACIO, y pone en marcha la sanación del conflicto original.