La sanación.
Todo el tiempo estamos escuchando frases como "quiero sanarme", "lo hago por mi sanación", "estamos aquí para sanar”, o "si haces esto o aquello sanarás".
En muchos sentidos el uso de la palabra sanación es bastante abstracto. Es decir, que la utilizamos de manera poco concreta, sin hablar necesariamente de qué estoy buscando sanar en mi vida y de por qué creo que necesito sanarlo.
Sin embargo, es común que relacionemos la palabra sanación a circunstancias relacionadas con el cuerpo. Tal vez porque alguna enfermedad se ha instaurado en el cuerpo o porque hemos tenido algún accidente o cirugía. Tal vez solo porque tenemos un pequeño malestar corporal como una contractura o un malestar estomacal porque hemos comido algo pesado.
La hegemonía de la Salud Biológica.
El concepto de Salud estuvo durante mucho tiempo dominado por parte de aquellos organismos o instituciones relacionados al estudio y cuidado del cuerpo, y de un tiempo para acá la salud mental y emocional ha empezado a entrar en el radar de las personas para hablar de su propio bienestar.
Sin embargo, todavía hoy en día en la medicina se sigue tratando a las personas en base a especialidades aisladas como la cardiología, la ginecología o la pediatría, entre otros, mientras que son pocos los médicos que abordan las incomodidades del paciente de manera integral o sistémica. Por ello, vemos a personas recibiendo tratamientos totalmente distintos y aislados cuando su cuadro de salud tiene más de un inconveniente y no siempre es de origen 100% orgánico.
La Salud Mental y Emocional.
Por otro lado, en la salud mental desde hace tiempo se habla de la somatización. Este es un proceso que se conoce como la materialización orgánica de los conflictos mentales y emocionales en el cuerpo físico. Por ejemplo:
- Un miedo a no tener recursos para sostenerse en la vida puede manifestarse como problemas con la espalda baja.
- Problemas con el hígado pueden ser el resultado de enojo e ira acumuladas.
- La caída del cabello puede resultar de estados de estrés constantes por ser incapaces de atender todos los hilos o áreas de nuestra vida.
- Los deseos frustados o rechazo a la maternidad pueden estar vinculados a la aparición de miomas en el aparato reproductor femenino.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo puede un estado mental manifestarse en el cuerpo y no siempre significan lo mismo para todas las personas, ni se manifiestan de la misma forma.
Hay literatura muy interesante respecto a estos temas como los siguientes libros:
“El origen emocional de las enfermedades”
“Tu puedes sanar tu vida"
“La enfermedad como camino”
Libros que dan un enfoque emocional o espiritual a las enfermedades.
También hay escuelas especializadas en este tipo de manifestaciones como la “Biodescodificación”, que surge a partir de las investigaciones y descubrimientos de la medicina germánica del Doctor alemán Ryke Geerd Hamer. Este doctor aseguraba que las enfermedades siempre son el resultado de traumas almacenados en el sistema nervioso central. También existe la “Bioneuroemoción” de Enric Corbera que plantea el origen de las enfermedades como algo multifactorial, y no determinado, que depende del proceso de cada individuo.
La Salud Espiritual.
Ahora estamos entrando a un punto de referencia nuevo para nuestra sociedad occidental en cuanto a la salud y es entonces que comenzamos a hablar de la salud espiritual.
Algunos se preguntarán cómo se puede hablar de tal concepto, debido precisamente a esta percepción de antaño de que la "salud” se refiere al cuerpo. Sin embargo, salud proviene de la raíz de “salvus¨ y se refiere a aquello íntegro, intacto, con orden.
Incluso en la RAE (Real Academia Española de la Lengua) verás que sus primeras definiciones se relacionan a lo orgánico y físico pero más adelante se vinculan a lo religioso y espiritual e incluso a lo moral.
Definición de la palabra salud en la web oficial de la RAE.
El desafío es que la sanación espiritual no está contenida en algo concreto, a diferencia de la sanación biológica que tiene un marco bastante tangible y visible que es el cuerpo y la ciencia de la medicina. No es que la sanación emocional o mental sean igual de concretas que el cuerpo, pero las emociones generalmente se vinculan al corazón y el sistema digestivo y la mente al cerebro y sistema nervioso. En cambio lo espiritual se vincula al alma cuya manifestación es sutil, invisible y abstracta.
La sanación espiritual no tendrá un órgano de residencia hasta donde sabemos, pero tiene manifestaciones en nuestro día a día de manera constante. Incluso la persona que se considera poco o nada espiritual tiene un grado de espiritualidad, ya que dentro de ella han ocurrido introspecciones y exploraciones que le han llevado a esa conclusión.
Elementos de la naturaleza
Si utilizáramos los elementos naturales para intentar ubicar a la salud física, emocional, mental y espiritual podríamos decir que la salud física es la tierra, la emocional es el agua, la mental es el aire y la espiritual no sería solo el fuego que puedes sentir sino el éter, el espacio, aquello invisible que permite la manifestación del resto de los elementos.
La sanación espiritual se refiere entonces a ordenar y devolver la integridad a aquello que conforma a nuestro espíritu y alma. Aquello que no podemos definir concretamente pero que sabemos que está ahí.
Esta sanación tiene que ver con “estados trascendentales” es decir, con aquello que va más allá de nuestro cuerpo, nuestra mente y emociones. Aquello que es difícil definir, aquello con lo que te vas encontrando y conectando según te exploras más y más profundamente.
Espiritualidad versus Religiosidad.
Se sana espiritualmente cuando se “Integra”. Desde ese lugar no podemos confundir la espiritualidad con la religiosidad. Aunque la primera incluye a la segunda, no se necesita ser una persona religiosa para ser una persona espiritual. De hecho, las religiones son un intento y creación para comprender nuestra experiencia y paso por la existencia de manera trascendental.
La limitante de la religión es que justamente está confinada a una serie de creencias y prácticas específicas de su cultura interna y en la mayoría de los casos las religiones anulan, cuestionan o niegan las creencias de otras religiones o posibilidades. Por eso la sanación espiritual va más allá de la religión. Llega al punto donde así como no se puede ver al espíritu, así como no se puede contener al etér, no se le puede limitar a la espiritualidad. La espiritualidad es un proceso íntimamente individual que puede compartirse a nivel colectivo pero que es tan único como una huella dactilar.
Vivir espiritualmente sano es saberse un grano de arena en un desierto infinito de expresiones distintas.
El grano de arena es una parte de un todo y es en conjunto que se construye algo que trasciende al grano mismo y que va más allá de los límites naturales del mismo, tal y como lo define la etimología de "trascendental". Sin todos los granos de arena, no hay desierto.
Investigaciones sobre la relación entre Espiritualidad y Salud.
Lo que es muy interesante es que hoy en día cada vez se le da más credibilidad al impacto de la experiencia espiritual en la salud. De hecho la universidad de Harvard, con todo su prestigio, está siendo pionera en la investigación de la relación entre la espiritualidad y la religión en la salud. Sus investigadores están haciendo la difícil tarea de llevar lo intangible a lo tangible.
Por ejemplo, uno de sus últimos estudios llamado “Espiritualidad en Enfermedades Graves y Salud” (Spirituality in Serious Illness and Health, en inglés) aporta conclusiones como las siguientes:
- “Este estudio representa el análisis sistemático más riguroso y completo de la literatura moderna sobre salud y espiritualidad hasta la fecha”
- “Nuestros hallazgos indican que la atención a la espiritualidad en enfermedades graves y en la salud debería ser una parte vital de la futura atención integral centrada en la persona”
- “Centrarse en la espiritualidad en el cuidado de la salud significa cuidar a la persona en su totalidad, no solo a su enfermedad”
- “La espiritualidad es la forma en que las personas buscan el significado, el propósito, la conexión, el valor o la trascendencia”
- “Pasar por alto la espiritualidad hace que los pacientes se sientan desconectados del sistema de atención médica y de los médicos que tratan de atenderlos”
- “La integración de la espiritualidad en la atención puede ayudar a cada persona a tener una mejor oportunidad de alcanzar el bienestar completo y el nivel de salud más alto posible”
Sumado a eso ha surgido una nueva ciencia que se conoce como “Medicina Funcional Integrativa” y que precisamente busca integrar como su nombre lo dice, los diferentes aspectos de la experiencia de la persona incluyendo a la esfera espiritual por lo que estamos caminando en dirección a una sanación ya no solo física, no solo emocional y mental o incluso espiritual. Estamos llegando al punto de la sanación integral que esperemos en un futuro cercano sea sinónimo no solo de salud sino de bienestar.
Cuando digamos "salud" o "bienestar" y automáticamente pensemos y dialoguemos sobre la armonía entre las múltiples esferas que componen la experiencia humana, sabremos que hemos sanado nuestra mirada fragmentada de las cosas y que hemos llegado a una mirada unificadora y expandida.
A una visión más amplia y madura de lo que significa ser un ser humano pleno y por tanto un ser humano sano.