Si has intentado alguna vez compartir todo lo aprendido acerca del despertar, de "la matrix", de la mente, del ego, de la consciencia, de los ángeles, de los guías (¿de Orión...?) a alguien que no ha sentido ni levemente el despertar de su alma, posiblemente te has encontrado con ojos "homopláticos" (o como platos) mirándote con absoluta incomprensión. Permíteme darte un consejo: No grites a los cuatro vientos todo lo que sabes. Y esto te lo digo porque todo el mundo está en su propio camino, porque cada uno vivirá su experiencia de despertar en momentos diferentes de sus vidas y porque ya sabes que si no está en tu nivel de consciencia, en tu vibración, no va a enterarse de nada, o más bien de muy poco.
Bien es cierto que en los últimos tiempos se están observando en diferentes partes del planeta, oleadas de personas que están despertando masivamente casi al unísono, que cada vez es más evidente el proceso de despertar global de este planeta. Un dato sobre esto: ¿Sabes que según datos de la ONU vivimos en la época más segura de la Historia? Desde 2008 hasta hoy ha bajado drásticamente en todo el mundo el número de muertes violentas casi a la mitad, una cifra que hasta ese año iba en continuo aumento. Sí, en la televisión nos pintan lo contrario, parece que hoy estemos peor que nunca, pero ¿qué te voy a contar de la tele que no sepas?
Que me voy del tema, perdón. Hablaba sobre el despertar. Cuando lo vives en tu propia persona es normal que desees contarles a todos los que amas, a tu familia, a tus amigos, todas tus experiencias al respecto. Quieres hacerles partícipes de tu descubrimiento, de tu felicidad, para que ellos también puedan ver lo que tú ves, para que salgan de la habitación oscura en la que habéis vivido tanto tiempo juntos y para que puedan sentir contigo lo mismo que tú sientes. Sin embargo, seguro que ya sabes que es mejor idea reservar este tipo de conversaciones a aquellos que ya han vivido en primera persona la experiencia del despertar. Que la necesidad que te ha surgido de hablar a todas horas de la nueva realidad que has descubierto, es mejor satisfacerla con gente que ya es capaz de verla.
Llegados a este punto, puede que te hagas la siguiente pregunta: ¿Cómo distinguir si la persona con la que estás hablando está despierta o no? Algunas de las cosas que puedes observar cuando hablas con personas 'no despiertas' son las siguientes:
- Ojos vidriosos y apagados. Las luces están encendidas pero no hay nadie en casa. ¿Lo has notado? La gente que está continuamente conectada, o los que meditan a diario ¡tienen los ojos llenos de luz! Les brillan, están totalmente vivos, y dentro de ellos casi puedes ver el Universo y las estrellas. La gente que sufre, la que sólo escucha a su ego, la que vive en el dolor y en la oscuridad, es todo lo contrario. Cuanto más dolor y más oscuridad hay en su corazón, menos brillo hay en sus ojos. Son como si fueran de cristal o de un material traslúcido, como si fueran los ojos de un muñeco artificial. Compara estos ojos. ¿Puedes distinguir cuál de ellos vive en la luz y cuál en la oscuridad? Después te cuento:
- Que se queden dormidos cuando les hablas de señales, del universo, de la luz, de la consciencia... (sí, me ha pasado más de una vez. Al principio me creía que se dormían por culpa de mi tono de voz, que oye! todo puede ser. Ay, mis inseguridades de antaño...)
- El enfado y/o actitud defensiva cuando escuchan tus "paranoias espirituales". Ambas, el enfado y el entrar en modo defensivo, no son más que distintas formas con las que expresamos el miedo. (No, no es buena idea explicarles esto cuando se enfaden).
- Que traten de ridiculizarte (una de las formas de autodefensa del ego):
- Mira, ya viene por ahí "el iluminao". Aparta, que viene levitando.
- Que les hagas de espejo de manera sublime:
- Es que te crees que la única verdad es la tuya y te cuesta un montón tener que reconocer que te has colado hasta el fondo, y que tu mundo es una fantasía - te dirán.
Como ya sabes, una de las primeras consecuencias del despertar espiritual es que el ego se aparta a un lado, pudiendo observarlo desde fuera por primera vez y pudiendo darte cuenta de que tu mente y tu propio ser sois elementos independientes. Este hecho permite que llegue a ti nueva información que puede cambiar por completo tu percepción de la realidad. Sin embargo, no todo el mundo está preparado para vivir todo esto de golpe, lo que puede activar los mecanismos de defensa de la mente afectada. La mayoría de las veces, una persona que está bajo influencia de "la matrix" siente que su vida está bajo control y que al mismo tiempo goza de una notable libertad. Ante cualquier idea o pensamiento que pueda poner en peligro esta sensación de seguridad y confort, el ego dará un paso al frente para evitar que se rompan sus realidades mentales o emocionales. Pero ¡cuidado! Esto nos pasa a todos. Tu ego también saldrá en "tu defensa" más de una vez. Es bueno que lo detectes cuando ocurra. Que lo detectes y que respires después, obviamente. Respira tres veces por lo menos, y no le des alas al ego en el momento, que te veo venir.
Que a veces somos más de matrix que los de matrix. Y lo sabes. Que con la excusa del empoderamiento, y del "yo me lo permito", nos metemos en unos jardines a veces del quince. Que está bien ser uno mismo, que todo está bien. Pero sepamos con quién y en qué momentos dejamos fluir nuestras emociones más fuertes. Si no es el momento o la persona adecuadas siempre se pueden guardar, temporalmente, e ir más tarde a gritar al campo abierto. Los árboles nos van a entender mejor, te lo aseguro. Eso sí: no olvides luego de dejarles amor y energía bonita. No descargues sólo lo malo y te vayas de allí después de desgastarles. Unos minutos con unas oraciones, un tamborcito, un canto, unos abrazos de "dar", no sólo de "recibir"... Equilibremos la naturaleza cuando hagamos uso de ella. Gracias.
Volviendo al tema del artículo, es conveniente tener en cuenta también que a veces tratamos de comunicar este tipo de información "iluminada" a personas que no tienen por qué recibirla. Muchas personas a la hora de recibir mensajes con este tipo de información se muestran como aturdidas, despistadas, les entra sueño o simplemente no los escucha, como si sus oídos no hubieran captado el sonido de la voz realmente. Esto ocurre porque aparte de los mecanismos de defensa mentales, puede haber una decisión al respecto de sus guías o de su propio Yo interno, ya que es posible que en su proceso vital actual no le convenga en absoluto abrirse aún a ese conocimiento.
Si lo que queremos es hablar a alguien que ya ha tenido alguna pequeña experiencia y que se ha empezado a hacer preguntas, a aquellos que están en estado de vigilia o semidespiertos, no encontraremos tanto problema. Te entenderán la mayor parte del tiempo y, de la parte restante, te querrán entender en la primera mitad y pensarán "se le ha ido la olla" en la segunda.
Y finalmente, vamos al tema principal: ¿cuál es entonces la manera de hablar sobre ello a un completo dormido? Pues yo propongo 2 métodos:
MÉTODO 1
No hablar. Ya, ya sé que el titular de este artículo dice "cómo hablar de tu despertar..." y ahora te sientes como si te estuviera engañando. Pero es que la mejor manera de comunicar, la forma más eficaz de despertar a una persona es dejarle vivir su camino, permitir que despierte por sí misma, dejar que su proceso fluya de manera natural. Todo está bien. El Universo sigue un plan perfecto para cada uno y si crees que alguien no te va a entender cuando le compartas algo que has descubierto, no lo compartas. O al menos no lo compartas totalmente y, sobre todo, no lo hagas con la esperanza de que te entienda en ese preciso momento. Aquí ya me estoy colando, porque esto es parte del segundo método.
MÉTODO 2
El método de soltar, las que yo llamo, "frases semilla". Así nombro yo a las frases que transmiten un conocimiento importante, crucial, clave, pero que no se emiten para ser comprendidas en el momento en que son dichas, sino que se entregan con la esperanza de que sean comprendidas por el interlocutor en un futuro, en el momento adecuado para ello. Debe consistir en una o dos frases cortas, nunca en un discurso. Por ejemplo, imagina que estás con tu amig@, familiar, pareja "no despierta" y te confiesa que está en un proceso de duda. Esta persona acaba de encontrar trabajo hace pocos días y está muy contenta, pero hoy le han llamado de un trabajo aparentemente mejor en el que pagan más dinero. Así que no sabe si acudir a la nueva entrevista, porque para eso necesitaría pedir una mañana libre en el nuevo trabajo, lo cual no quiere hacer para no empezar con mal pie. Busca tu comprensión y empatía y te comenta que es una decisión muy difícil de tomar. No sabe qué hacer. Entonces le respondes algo como:
- ¿No sabes qué decisión tomar? No te preocupes por eso, en realidad ya has decidido. Y la decisión que tomaste es la correcta.
Si tú ya has despertado sé que entiendes perfectamente a lo que me estoy refiriendo. Pero si la persona a la que le digas semejante "incongruencia" no ha despertado aún, entrará en un estado catatónico de confusíon absoluta y te responderá:
- ¿Pero qué te has fumado hoy? ¡Dame un poco!
Ante lo cual puedes cambiar de tercio, porque total, ya lo has soltado:
- No, no, nada... que te decía que elijas lo que sientas, deja hablar un poco al corazón, no lo analices siempre todo.
Bueno, esta segunda frase a lo mejor también le suena un poco a despropósito, pero te entenderá un poco mejor. En ese momento, olvidará la primera respuesta y no le dará importancia. Pero dentro de un tiempo, cuando a través de su experiencia vital empiece a sospechar que el tiempo es realmente una ilusión mental, cuando entienda que fluir es la mejor opción, que todo está bien (siempre), cuando piense que ese conocimiento al que ha llegado es una locura que rompe todos sus esquemas y que seguramente nadie más ha llegado a esa conclusión antes, entonces recordará tu frase. Le llegará a su mente como un destello, iluminando su mente y su corazón. Y sabrá entonces que te estabas refiriendo a eso mismo que está experimentando en ese momento. Y esa frase será su máximo apoyo para no sentir que está cayendo en la locura. Sabrá que hay más gente que ha llegado al mismo aprendizaje y se sentirá feliz. Y la frase semilla habrá germinado y cumplido su función.
Y entonces querrá contárselo a todos sus amigos, a toda su familia, a los compañeros de su nuevo trabajo (porque al final no se quedó con el primero) y... volveremos a empezar. Pásale este artículo entonces, para que no se meta en un berenjenal. O qué más da. Igual ya decidió meterse, de todos modos...
Somos amor. Somos uno.
Sobre los ojos, que no me olvido: Los de la izquierda son de Eckhart Tolle (autor de 'El poder del Ahora'), los de la derecha son de un hombre lleno de miedo y dolor, sin más, no creo que sea necesario dar más datos sobre él.