¿Y Ahora qué hacemos?
Queda continuar. El compromiso se firmó pero ahora viene el momento de sostener la acción.
Una puerta y gran oportunidad se ha abierto pero los pasos que siguen son fundamentales para cruzar el puente que eventualmente nos llevará al otro lado de la realidad. Y esto se hace dando un paso a la vez, uno solo, pero firme y con dirección, siempre en movimiento y con nuestra atención hacia el propósito.
Un error que cometemos es pensar que lo poco que podemos pensar, sentir, decir o incluso hacer sea muy poco. Si todos decidiéramos operar desde ahí nada ocurriría, nada. Ya no hay tanto espacio para el autoengaño y el sabotaje.
En tu vida y en tu entorno inmediato no hay absolutamente nada de lo que hagas que sea en vano o que no tenga un impacto. Es natural que el grupo entero de aves se reacomode en el vuelo cuando uno de los individuos cambia de posición o hace algún movimiento distinto.
¿Cómo vas a volar a partir de ahora?
El día 21, mi última meditación del día consistió en hacer lo que para mi sería hacer Star Gazing que consiste en ver a una estrella de tu elección, por un tiempo sostenido e intentando parpadear solo lo mínimo necesario, similar al Sun Gazing que se hace durante el amanecer y atardecer y que consiste en absorber el Prana o energía a través de mirar fijamente al sol durante horas seguras para hacerlo.
Durante dicho ejercicio por supuesto que mi atención estuvo puesta en la conjunción que tuve la fortuna de disfrutar por algunas horas. Justo tomé los últimos 30 minutos de visibilidad de la conjunción para hacer la contemplación antes de que se perdiera en la profundidad del horizonte.
Ahí, vinieron varias imágenes e impresiones a mí. Quisiera compartirte 2 de ellas porque creo que en ellas hay claves trascendentales para recordar y definir qué sigue a partir de ahora y realmente anclar la intención de ese día de manera más constante hasta que se consolide.
LA PRIMERA fue un momento de plena consciencia que surgió de pronto. Tal vez podría parecer obvio pero para mi fue un momento donde me hice consciente de lo significativo de este día para la comunidad y la humanidad.
Elaboro un poco, hay muchos eventos astronómicos que capturan nuestra atención y que son seguidos con detalle, hay eclipses de sol y de luna, lluvias de estrellas, cometas, etc, que ocurren constantemente. Sin embargo, la mayoría de eventos son visibles solo en algunas partes del planeta.
Algo hermoso que ocurrió este 21 de diciembre fue que la conjunción fue visible en prácticamente todo el planeta, siendo visible durante menos tiempo cerca de los polos y durante más tiempo cerca del ecuador, pero finalmente hubo una ventana de observación abierta a casi todos los ojos, más allá de condiciones climáticas y otras cosas.
Además, la posición de la conjunción era justamente cerca del horizonte por lo que fue visible justo después del anochecer para después desaparecer en el horizonte.
Pero ¿qué es tan trascendental de esto?
Que durante un día entero este fenómeno tan esperado y mencionado, fue visible en algún rincón del mundo y aunque esto pasa todos los días con el sol y prácticamente con la luna, la diferencia es que esta vez hubo un llamado colectivo a poner intenciones, a meditar, a ofrendar, a devolverle a la tierra, a decretar un nuevo comienzo.
¿Sabes la cantidad de energía acumulada en un punto de atención que eso representa? A nivel colectivo hicimos un stream o corriente de información durante 24 horas!!!
Lo que yo sentí al mirar la conjunción fueron las miradas y los corazones de miles de hermanos y hermanas en todo el planeta deseando una vida mejor para la Tierra y sus criaturas, incluidos nosotros.
Sabemos que las meditaciones colectivas son de por sí poderosísimas pero a eso agregarle el hecho de que hubo colectivos que estuvieron meditando y trabajando en consciencia durante 24 horas continuas en algún lugar del planeta es simplemente fascinante!
El 21 de diciembre alguien miró, meditó o llevó un pensamiento a la conjunción en la misma hora que tú y en las 23 restantes también !!!
A mi me encantaría saber cuántas miles de personas meditamos ese día. Mi intuición me habla de los cientos de miles y creo profundamente que los Anangu encontraron la llave para abrir la caja mágica de la profecía.
Aquí, el aprendizaje y la CLAVE UNO de cómo continuar es: necesitamos trabajar juntos, aunque cada uno sumando desde su forma y su centro, su llamado personal. Así como meditamos a distintas horas y de distintas maneras, cada uno sumando lo mejor de sí a su forma, pero justamente llevándolo a la cocreación colectiva que va más allá de fronteras, idiomas, etc. Es decir, COLABORANDO, y eso incluye al planeta.
Desde aquí, no solo tenemos el privilegio de ser parte de algo hermoso, tenemos la responsabilidad de ser la mejor versión de nosotros mismos en cada momento, es decir, de ser COHERENTES o de comprometernos en buscar ese camino.
Cuando cada hormiga sigue y cumple su propósito, la colonia prolifera. Todas saben lo que tienen que hacer y lo hacen. Nadie les dice qué es lo que tienen que hacer, y todas saben que el trabajo de sus colegas es igual de vital que el de ellas y confían en que cada quien hará su parte. Solo hay una reina que sostiene y en este caso la reina es la consciencia Crística dentro de cada uno, nuestra luz y sabiduría despiertas.
Y es justo la consciencia Crística la que me lleva a compartir la SEGUNDA reflexión.
Cuando me encontraba con toda mi atención en esa estrella y cuando comenzaba a desvanecerse en el horizonte poco a poco hasta desaparecer en aquel pasillo oscuro. Llegaron algunos pensamientos:
¨Que maravilloso lo que hacían nuestros ancestros que con una indicación como la de: ¨sigue a la estrella de belén y encontrarás a Cristo¨ lograban su objetivo. Sin mapas, sin tecnologías, sin facilidades, sin guías…..solo con su claridad, determinación y confianza en la vida, eran capaces de hacerse camino entre lo desconocido para encontrar su destino.¨
¨Que increíble el camino de seguir a la estrella que se dirige al horizonte cada noche y que te invita a cruzar el portal de las posibilidades.¨
Entonces compartí esto con mi pareja a lo que él agregó: ¨y seguir la estrella hasta hacer el círculo completo y encontrarte a ti mismo.¨
Hablamos de la metáfora de seguir a esa estrella que te marca tu camino en cada noche y que eventualmente eso nos llevaría a darle la vuelta al planeta para encontrarnos justo en el punto donde comenzamos el viaje.
Y entonces vi cómo encajaba lo que venía sintiendo de que esta vez es el Cristo interno quien llega al mundo. El verdadero significado de la conjunción, de la estrella de Belén y del nacimiento de Cristo, es que relatan la historia de aquella consciencia que emprendió un camino en una dirección y que al completar el círculo después de todos los senderos y todas las experiencias acumuladas, se encontraría a sí misma, en el punto donde comenzó pero ahora más sabia.
Este 21 de diciembre se nos regaló el símbolo de la estrella para ir en dirección firme hacia el encuentro con nuestro verdadero potencial interno. La estrella tampoco está afuera, también la traemos dentro y es nuestra luz que nos guía cuando nos damos el tiempo y espacio de verla.
La CLAVE 2 es abrazar finalmente la idea de que SOMOS la consciencia misma experimentándose y volviendo a casa más sabia y más integrada. Es la UNIFICACIÓN y la desaparición de la separación. Es mirarse a uno mismo desde una mirada más alta donde uno se mira y mira a los demás desde el entendimiento de que aquí todos somos partícipes y cocreadores de la realidad y que no hay nadie más o menos importante que uno mismo y que no hay nadie más o menos capaz de ser y otorgar sabiduría y de que aquí el encuentro no es con una fuerza externa que está allá afuera sino con una magia que vive en uno mismo y que se refleja en quienes nos rodean.
Esto lo sabemos desde hace tiempo. Pero hace unos días llegó la Era de Acuario a susurrarnos que el cambio es y con ello, las ideas y el conocimiento se deben llevar a la práctica para ser transformadas en sabiduría. No más palabras solitarias, sino más acciones manifestando el entendimiento divino bajado a la materia. A eso hemos venido.
Ya no hay vuelta atrás. Nos hemos tomado la pastilla violeta. No la azul de la ilusión, no la roja de la verdad, es la violeta de la INTEGRACIÓN.