¡OOOPS!
ESTA ACTIVIDAD FINALIZÓ EL 26/05/2019
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Sentido, importancia y necesidad del descanso.
Ejercicio de entrada. El soplo de la descarga. La alegría de estar aligerado.
Circuito básico para nuestro descanso: núcleo del cerebro – lengua – médula
Abrirnos al descanso. Descansar en la apertura de espacios corporales. Las manos y los dedos: “los pétalos del descanso”
Las cuatro estaciones del descanser: estar de pie, caminar, sentarse, acostarse.
Descanso articular. El despliegue del descanso.
Descansar en la respiración. Sentido y alcance de la inspiración.
Descanser en el Silencio.
Descanser en primavera. La apertura total. La energía que fluye.
Abrirnos en el Descanso….
Toda la naturaleza comienza a estallar en una explosión de vida que se ha ido gestando en el silencio profundo, en la quietud indecible, en la muerte aparente de los meses del invierno.
La energía, en reposo durante el invierno, estuvo suspendida con un movimiento de una impresionante calidad y vibración: la acción de no hacer para poder rehacerse; el no moverse en ninguna otra dirección que hacia el núcleo más profundo de sí; el paso siempre relevante de recuperar el “ser” en el “estar” en quietud.
Todo eso irrumpe ahora con todo el puje y la fuerza de la primavera. Porque éste es el tiempo del brote a punto de estallar y abrirse; un tiempo, por tanto, para acercarnos a la naturaleza y tocar, con la mirada, con la escucha, con el tacto, cada pequeño brote que aparece ante mí y hacer el gesto simbólico de transplantarlo en el jardín de mis entrañas.
Para que la vida surja, algo ha de abrirse.
Los brotes se abren para permitir que nazcan las flores.
La apertura como actitud de fondo y el abrir como verbo o acción de superficie sostienen el movimiento fundamental del paisaje y del cuerpo humano que también forma parte de él.
La primavera no sólo acontece en los campos, también en los corazones humanos. Toda mi vida puede rebrotar, abrirse y fluir al compás de la tierra; es el momento propicio para abrirme y desplegar nuevas ideas, nuevos horizontes, nuevas actitudes y acciones de vida.
El gesto de abrir implica firmeza y valentía porque abrir siempre supone un exponerse, un entregarse, un arriesgarse. Vamos a exponernos, a entregarnos, a arriesgarnos…. vamos a abrirnos al silencio.
Sólo lo que se abre puede mostrar al mundo su esencia.
Ábrete, abre tus manos, tus articulaciones, tus ojos, tus oídos, tus dedos, tu corazón…ábrete de par en par para que la corriente de vida de este tiempo te recorra y te atraviese y puedas florecer y mostrar al mundo la esencia divina que albergas dentro.
Es el momento también de tomar conciencia y darme cuenta, en el silencio de mi descanso, de cuáles son y dónde están los soles que me hacen crecer en una dirección o en otra.
La luz, el sol, el color comienzan a danzar a mi alrededor. Yo los recibo, los abrazo y bailo con ellos. Y la coreografía de mi vida sencilla de cada día comienza a poblarse de margaritas y amapolas.
…. Fluir en el Silencio
Todo es como un río. Todo permanece al mismo tiempo que fluye.
Todo es permanentemente nuevo. Si detienes el fluir de las cosas las destrozas y te destrozas. “Panta rei” (Todo fluye)
Nos han educado para “pararlo”, “fijarlo”, “congelarlo” y “densificarlo” todo.
Curiosamente y de manera paradójica, es “descansando en la quietud y en el silencio” como todo deja de estar fijo y petrificado en nuestra vida; se nos ofrece la posibilidad de que nuestros movimientos vitales no sean meros espasmos, movimientos mecánicos, inconscientes y cargados de ansiedad y tensión sino una energía que fluye.
En invierno pudimos vivir la experiencia del “descAnso” como “descEnso”, la posibilidad de conectar con la energía de la Profundidad, el reto de descansar y beber de nuestro propio pozo y hondura.
Esa energía es foco, tiende por tanto a expandirse y movilizarse en busca de una superficie en la que emerger y manifestarse.
Si en invierno descendemos al venero, a la fuente para mantenerla viva (y de este modo vivificarnos y seguir vivos a pesar de las inclemencias del tiempo y del mundo), en primavera toda esa energía comienza a fluir para poder brotar y generar una nueva vida en la superficie.
Es preciso “descansar para fluir”, descansar en el silencio para limpiar y despejar todos nuestros circuitos internos y hacer posible que nuestra energía pueda moverse sin obstáculos ni resistencias.
Es preciso “fluir para descansar”, porque cuando nuestros gestos, movimientos y quehaceres cotidianos son expresión de una energía que fluye, en todos ellos hay mucha menos tensión, crispación y desgaste.
El movimiento que es un fluir no nos cansa más allá de lo que es natural y nos recarga, nos renueva….. nos instala internamente en una continua primavera.
JOSE MARÍA TORO
Maestro de Maestros
José María nos invita a ser eternos alumnos de la vida. A recordar que solo tenemos este instante presente para SER, ESTAR y VIVIR en plenitud. AQUI es el lugar y AHORA es el momento.
Es formador, conferenciante y todo un referente en la educación emocional, en la creatividad vinculada con el crecimiento personal así como en la pedagogía del descanso y del silencio y en los que destaca su peculiar abordaje del cuerpo. Es maestro de educación primaria y en los últimos años consagra su servicio a la Vida a través de una ingente y extensa labor educativa por toda España y América.
Autor de los libros “Educar con corazón”, “Mi alegría sobre el puente”, “La sabiduría de vivir”, “Descanser, Descansar para Ser” entre otros
José María lleva impartiendo los talleres/retiros de Descanser de las diferentes estaciones desde 2004 principalmente en el sur de España. Con más de un 80% de repitientes de estos maravillosos encuentros; y ya desde hace 2 años ha tenido que duplicar cada edición del Descanser…
Es una verdadera delicia compartir y trabajar con el en estos encuentros…
http://www.ayumaya.es/descanser-de-primavera/