Llevo más de veinte años formándome, unos diez años facilitando dinámicas de grupo, que unen el movimiento corporal con las emociones y los pensamientos, y más de siete años como terapeuta psico-corporal y sistémica.

Gracias a ello, he reconocido mi cuerpo, despertado mi consciencia y abierto mi corazón.

Me zambullí en el mundo del movimiento consciente y de las terapias naturales en 1.998, y desde entonces me he formado como facilitadora y terapeuta de diversas técnicas psicológicas, emocionales, corporales y energéticas, que tienen la finalidad de armonizar los distintos aspectos del ser, para procurar un buen estado de salud.

El estudio, la práctica y profundización de estas técnicas me han enseñado a ser coherente e íntegra, a armonizar lo que soy, con lo que siento y pienso, y a estar a gusto conmigo misma y con los demás. De esta manera, la salud, la serenidad, la alegría y el bienestar me acompañan.

Después de un largo e intenso proceso personal y laboral, me siento feliz de acompañar a las personas interesadas en mantener o recuperar su bienestar físico, mental, emocional y espiritual, a través del movimiento, la danza y la terapia orgánica.

Mi propósito es ayudar a las personas a ser felices. Disfruto ayudando a las personas a transformarse, y a transformar lo que no funciona en sus relaciones, aportándoles herramientas para crear relaciones sanas y satisfactorias.

Mis valores son la escucha, la empatía, la integridad, la presencia, la perseverancia, el respeto, la aceptación incondicional y el aprecio mutuo.

Acompaño procesos físicos, mentales, emocionales, energéticos y sistémicos, con escucha, presencia, conciencia y amor incondicional.

Voy a la raíz de los problemas y los resuelvo con asertividad.

Acepto incondicionalmente a mis clientes y no los juzgo.

Contemplo a las personas de manera holística.

Solo ofrezco aquello que ha pasado a través de mí, lo he vivido y lo he integrado.

Soy profesional, tengo experiencia, y estoy comprometida y entregada.