Mi nombre es Alda Rodríguez, nací en Barcelona. Y me considero una persona sensible, buscadora e independiente. Tras la pérdida de mi padre, mí realidad se tambaleó, entrando en una etapa de angustia, insatisfacción y dolor físico, fue ese sufrimiento el que me hizo empezar a buscar una solución, primero la medicina me ayudó con el dolor físico, pero había una angustia interna que seguía ahí, ahora sé que era mi alma intentando llamar mi atención. Acudí a las terapias alternativas, una terapeuta me ayudó a mirar hacia dentro y en profundidad, allí donde nunca había entrado la luz. Ese trabajo rompió el cascarón, y empezó una transformación lenta pero constante hacia mi despertar de la consciencia. Mi maternidad me confrontó con todos mis miedos y me empujó, aún con más fuerza si cabe, a querer convertirme en una mejor versión de mí, para poder ofrecérsela a mis hijos. Paralelamente, en el ámbito laboral dejé el mundo del turismo y empecé a estudiar naturopatía e interesarme por otras terapias alternativas, de la mano de las cuales llegaron a mi vida los registros akashicos, que me han hecho comprender quién soy y qué he venido a hacer a esta vida.