Mi nombre es Octavio Raspaud. Tengo 28 años de edad. Oriundo de Buenos Aires, viviendo actualmente en la localidad de Cañada de Gómez, Pcia de Santa Fe.

Soy hijo, hermano, pareja, amigo, alumno, viajero, buscador, curioso por naturaleza, expeditivo, y puede ser una lista interminable...

Pero realmente, la pregunta es: ¿Todo aquello mencionado es lo que soy realmente o son meramente roles que fui incorporando?

Pues ... ¿Quién soy realmente?

Pues soy en principio y esencia un ser. Un ser sintiente. Un ser con un propósito que es el de comunicar; con unos roles adquiridos que van a ir mutando a través de este camino que seguirá transcurriendo.

El año 2020, año muy significativo para todo el mundo, mi búsqueda me llevo a transitar cambios significativos en mi vida. Entre ellos, mudarme de ciudad, convivir, empezar de cero una vida social lejos de lo que fue mi casa e incluso el modus operandi en lo laboral volcanse al teletrabajo.

Ahí es donde entra a jugar un rol importante la Decodificación Biológica. Transformó mi percepción de ver la vida como tal. Esta nueva experiencia fue de los momentos de mayor claridad, toma de consciencia y apertura que viví en mi corta experiencia de vida.

En ese proceso de aprendizaje tuve el agrado de contar con un maestro llamado Fabián Garella, persona con un gran dote pedagógico para guiarnos; y compañeros perfectamente y sincrónicamente adecuados a las circunstancias que se estaban manifestando. Y aunque los procesos de toma de consciencia son impactantes e incómodos, dar ese espacio a las emociones no expresadas para poder sanar aquello que nos hace vivir en desarmonía es algo que genera una gran liberación.

Poder mencionarles la alquimia que se produce en el cuerpo del consultante es tan intenso, es una sensación de magnificencia tal que solo se puede agradecer por vivir una experiencia tan grata.

Pues, para finalizar, solo puedo destacar que el camino recién comienza. Que recién se ha sembrado la primer semilla de muchas y que el tiempo me mostrará los cultivos que iré cosechando.

¡Muchas gracias por su tiempo!

Un abrazo de corazón.