Me llamo Eulalia pero la mayoría de personas me llaman Lali. Mi nombre significa la bien hablada en griego antiguo.Y resulta que una de mis habilidades es ésta, comunicarme bien.
He tenido una vida compleja, que no complicada, todo ha sido un aprendizaje para convertirse en quien soy y estar donde estoy.
Nazco en una familia conservadora, la pequeña de tres hermanos, dos chicos y yo. El hermano mayor era especialmente diferente, bien, diría que como todo el mundo. Unas complicaciones al parto derivan en dificultades de desarrollo físico y cognitivo. Por lo tanto su relación con el mundo deviene delicada y frágil.
A mí me ha aportado una visión peculiar, llena de ternura y amor incondicional.
El verano de mis doce años mi madre sufre un ataque al corazón y se despide de nosotros con un: "hasta pronto, pero no sé hasta cuándo". Quedo huérfano y mi vida gira 180 grados. Muchos años enfadada con el hecho, pero con la experiencia de valorar la importancia de vivir la vida.
A mis 32 años, el hermano mayor se va a vivir con la madre, profunda tristeza. En medio de todos estos acontecimientos mi vida me ha hecho viajar por sus entrañas con placeres, supervivencia, reflexión, pausa, dinámica, pasión, amor, tristeza, miedos y un largo etcetera.
Con 21 años la India se cruza en mi destino de una manera transformadora. Me voy a formarme en danza-teatro tradicional: Bharattanatyam, Kuchipudi, Mohiniyattam, Kathak y Kathakali (Gandarba Yoga), el arte marcial Kalaripayatu, Ashtanga yoga Y Tabla en música. Aprendo Hindi y me integro en su sociedad de una manera profunda, tanto que me lleva a quedarme tres años de mi vida, incluso llego a trabajar en la industria cinematográfica de Bollywood.
Un país tan extenso, con tantas culturas dentro de la gran cultura india, me abre la puerta a varias nuevas perspectivas del mundo y en la puerta más importante, la de mi interior.
Vivo los momentos más profundos y extremos que la vida me regaló, evidentemente fue una vivencia espiritual que ha dejado una huella eterna en mi talante.
Antes y después de este viaje me he dedicado al mundo de las artes escénicas y la docencia en danza y teatro. Han sido años muy enriquecedores, creativos y vibrantes, Y a la vez muy duros respecto a la economía, como bien sabes este "mundillo" es una de las famas que tiene, y es así y yo he llegado a un punto de inflexión y me he tenido que reinventar y evolucionar, y la verdad es que lo he hecho con mucho placer. La resiliencia consiste en esto, aceptar lo que hay, que no quiere decir conformarse, y encontrar nuevas vías para seguir adelante con todo el aprendizaje que ya llevamos dentro.