Estudié Farmacia y he ejercido durante muchos años, pero sentía que el origen de la mayoría de los problemas no se encuentra en lo meramente físico, y por lo tanto no se soluciona con fármacos, sino que existe una relación entre el estado emocional y mental y lo que nos pasa energética y físicamente. Esto no sólo está demostrado científicamente, lo he comprobado yo misma de manera empírica.
Desde que descubrí que el 95% de nuestras decisiones las toma el inconsciente, en base a creencias limitantes y patrones que tenemos grabados desde nuestra infancia, me formé en estas terapias que considero muy valiosas para tratar no sólo problemas físicos o emocionales, se puede cambiar cualquier aspecto de nuestra vida que nos afecta negativamente o no nos gusta. Como consecuencia de ello, decidí hace un par de años saltar al vacío y dar un giro profesional profundo, para ser coherente con mis valores y ayudar realmente a la gente a sanar.