Siempre he creído que hacer lo que sentía dependía de mí. Hubo un momento en mi vida donde dejé de creer en ello y caí en un espiral de mediocridad, dejé de creer en mis sueños, les eché arena por encima y decidí olvidarme de ellos.

Me formé como Técnico Informático y durante años creí que era a lo que me tenía que dedicar, para eso había estudiado… La vida que es imprevisible me sacudió e hizo despertar partes de mí, para orientar mi vida a otra forma de comunicación. La conexión interna. Pasé un momento intenso donde mi autoestima cayó por los suelos, llegué a pensar que tenía mal de ojo, toda mi vida estaba mal, el trabajo, la relación de pareja, mi estado físico… no comprendía nada.

A pesar de esta situación difícil, mi voluntad me empujó a salir de aquel agujero oscuro, confié que había algo mejor esperándome. Empecé a practicar Reiki y un tiempo después conocí el Coaching. Me pareció mágico que una persona con unas simples preguntas lograse canalizar todo el potencial que lleva dentro. Gracias a ello la compresión llegó a mí, fue como enamorarse por primera vez, lleno de alegría y de vida, todo tenía sentido.

Mi autoconocimiento continuó con la práctica del Reiki, lectura de libros de desarrollo personal, la meditación y el estudio del eneagrama. A finales del 2015 comienzo a practicar Reiki y obtengo la formación del primer nivel.

En el año 2016 decido formarme como COACH. Ahora mismo me llena muchísimo el poder ayudar a muchas más personas, acompañándolas en su proceso de transformación.