Me he formado en feng shui, fisiognomía y en la terapia "reprograma tu mente", más tarde, a través de una alumna en un curso de feng shui, llego a mí un cuenco tibetano que trajo de un viaje que hizo a la India. Al hacerlo cantar enseguida supe que tenía que incorporarlo en mis terapias, era el complemento perfecto para la terapia "reprograma tu mente"; combinando visualización creativa, sonido y vibración.