¡OOOPS!
LA ACTIVIDAD SOLICITADA FINALIZÓ EL 03/10/2020
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La frecuencia que nos une
Durante el embarazo, Los cantos sagrados sobre el vientre de la madre, se convierten en un lazo de unión que fortalece el vínculo entre madre e hijo. El bebe lo recibe como una bienvenida a esta nueva experiencia de vida, dotándolo de gran seguridad y confianza. No solo él o ella se benefician de esta elevación de la vibración mediante el sonido sagrado, también la madre se llena de gozo y serenidad al sentir este acuerdo de amor desde su gran ser. En ocasiones el bebe se comunica mediante el movimiento en el vientre, reconociendo los sonidos incluso susurrándonos quién es y cuáles son las cualidades que trae. Toda vida es un acuerdo perfecto entre los padres y los hijos para desarrollarse y crecer juntos. Hay realmente un objetivo común de aprender y reconocerse a través del amor. Cantémosle su canción del alma, para que siempre recuerde quién es.
Esta conexión sagrada se creo en todos nosotros con nuestra madre ya en su vientre. Cada vez que la oíamos hablar nos conectaba con la vida que de ella obtendríamos después, tambien sus emociones fueron transmitidas directamente y conscientes o no de ello ya se crearon los primeros pactos, mandatos y decretos que nos unirán a nuestro sistema familiar para sobrevivir y pertenecer al plano físico y material.
Sin embargo, nuestro origen anterior es cósmico, espiritual y grandioso, allí es donde vemos con toda perspectiva nuestro plan de vida, nuestra existencia en esta encarnación y la conexión con nuestros padres. A través de ellos podremos superar los desafíos que la vida nos depara y desarrollar los dones que traemos y las cualidades que también están en nuestros padres aunque ellos no llegaran a desarrollarlas. Ha veces los hijos tienen como objetivo encarnar la mejor versión de sus padres, para honrar el verdadero legado de sus ancestros. De nosotros depende transformar las sombras y bloqueos del sistema familiar en los dones y luces que de origen traemos.
Al re-conectarnos con nuestros hijos mediante el susurro, la nana, la caricia y el canto, ellos pueden integrar la mejor versión de ellos y crear la canción de su alma tal y como ocurre en una tribu africana.
Existe una tribu en África, donde la fecha de nacimiento de un niño no se toma como el día en que nació, ni como el momento en que fue concebido sino como el día en que ese niño fue “pensado” por su madre.
Cuando una mujer decide tener un hijo, se sienta sola bajo un árbol y se concentra hasta escuchar la canción del niño que quiere nacer.
Luego de escucharla, regresa con el hombre que será el padre de su hijo y se la enseña. Entonces, cuando hacen el amor con la intención de concebirlo, en algún momento cantan su canción, como una forma de invitarlo a venir.
Cuando la madre está embarazada, enseña la canción del niño a la gente del lugar, para que cuando nazca, las ancianas y quienes estén a su lado, le canten para darle la bienvenida.
A medida que el niño va creciendo, cuando el niño se lastima o cae o cuando hace algo bueno, como forma de honrarlo, la gente de la tribu canta su canción.
Hay otra ocasión en la que la gente de la tribu le canta al niño.
Si en algún momento de su vida, esa persona comete un crimen o un acto socialmente aberrante, se lo llama al centro de la villa y la gente de la comunidad lo rodea. Entonces, le cantan su canción.
La tribu reconoce que la forma de corregir un comportamiento antisocial no es el castigo, sino el amor y la recuperación de la identidad. Cuando uno reconoce su propia canción, no desea ni necesita hacer nada que dañe a otros.
Y así continua durante toda su vida.
Cuando contraen matrimonio, se cantan las canciones juntas.
Y finalmente, cuando esta persona va a morir, todos en la villa cantan su canción, por última vez, para él.
Del 2/10/2024 al 30/7/2025
Sin ubicación / Actividad online
Del 19 al 20 de julio
Barcelona
27 de julio - 09:00
Ibi (Alicante)
Sin ubicación / Actividad online
Sant Antoni de Portmany (Illes Balears)