Desde la perspectiva cognitivo-conductual, trabajo con los tratamientos bien establecidos para tratar trastornos afectivos, como la Terapia Cognitiva de Beck aplicada a la depresión, que incorpora técnicas tanto emocionales como conductuales, estructurada entre 10 y 20 sesiones. Asimismo, en el tratamiento de la ansiedad la terapia cognitivo-conductual ha mostrado su eficacia con técnicas como la relajación o la solución de problemas.