TU MANTRA, TU NOMBRE ES MÁS QUE UN SIGNIFICADO

El significado de los nombres. ¿Qué nombre elegir para tu hijo?

Publicado por PSICÓLOGA SANDRA CAMARENAG | 25/10/2021 | 15'
 

 

 

Tu nombre es más que tu nombre, es un código, un lenguaje y una biblioteca de información que te ha acompañado desde que tus padres o guardianes lo eligieron para ti.

 

Tu nombre es un canto que te moldea y que de alguna manera te programa ya sea de manera consciente o inconsciente.

Es importante mencionarte que para poder profundizar en este tema voy a dividir el artículo en dos partes: una más científica y técnica y otra más simbólica y cultural.

 


Para empezar hay que comprender por qué le estoy llamando Mantra.

 

Aquellos que estamos adentrados en el mundo de ciertas prácticas o conocimientos espirituales estamos familiarizados con la palabra mantra por su relación con las prácticas de meditación.

Según la RAE (Real Academia Española de la Lengua) “mantra“ significa literalmente “pensamiento“.  En el hinduismo y en el budismo son sílabas, palabras o frases sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como apoyo de la meditación.

En efecto, es bien sabido que en sánscrito (el lenguaje de los textos sagrados de la India) “man“ está relacionado con pensamiento y “tra“ con liberación o instrumento. Por lo que un mantra no es otra cosa que un instrumento de liberación para el pensamiento. Realmente uno de los usos principales del mantra es el de permitir entrar en un estado de ecuanimidad y presencia puras mientras la mente se mantiene ocupada en la repetición de la frase o sílaba.

Por poner un ejemplo muy sencillo, el famoso “OM“ (que se pronuncia AUM) es un mantra que puede repetirse durante un estado meditativo con los fines antes mencionados, sin embargo, el uso del mantra así es muy superficial porque además el mantra tiene la cualidad de ser un sonido y el sonido como cualquier otra forma de energía produce o posee una vibración determinada y para mi en esto radica el potencial enorme de hacerse consciente de los mantras que uno elige repetir y portar a lo largo de su vida.


El sonido es una de las herramientas más poderosas con las que contamos y lo utilizamos todos los días con muy poca consciencia.

 

El sonido OM que he utilizado aquí como ejemplo, es para el Hinduismo el sonido primordial, es decir, el primer sonido que emanó el ser supremo por lo que el OM representa la conexión entre lo divino y lo material y no podían estar más en lo cierto por lo menos en la parte de la conexión entre lo sutil y lo denso.


Te preguntarás pero ¿qué tiene que ver todo esto con mi nombre? ¡Pues todo! Si me das oportunidad ya llegaremos a ese punto pero para ello es fundamental darle a la parlanchina mente razones para comprender cómo es que en efecto el mundo de la materia y el sonido se retroalimentan. Al final, estamos hablando de que tenemos un cuerpo físico que identificamos con un nombre en específico. Cuando le enseñamos a un niño a reconocerse en el espejo y a relacionarse con su nombre decimos: Yo soy Sandra, mientras nos tocamos con el dedo índice en el centro de pecho donde se encuentra el corazón y lo repetimos constantemente hasta que el niño aprende a hacerlo con su nombre así como lo aprendimos nosotros. Esto es tremendamente significativo y es fundamental que entendamos cómo este acto tan simple nos puede marcar mucho más profundamente de lo que nos imaginamos, ya profundizaremos en esto más adelante.

 


Para llegar a ello, voy a continuar con la explicación de la relación sonido-materia. Son muchas las aportaciones en la historia que han buscado comprender el sonido y su naturaleza, sin embargo me voy a concentrar solo en unos cuantos puntos primordiales para este artículo y así no desviarnos del tema ya que del sonido podemos hacer tesis completas.

 


Hasta hoy, sabemos que somos capaces de percibir y comprender el sonido porque éste tiene una relación íntima con la materia, es a través del aire, el agua o de alguna manifestación de la materia que el sonido es capaz de viajar, por lo tanto hay un nivel de conexión entre sonido y materia que no podemos negar. Si te interesa saber más de este tema de dejo un par de textos para leer después, un breve artículo aquí llamado "Sin materia no hay Sonido" y uno un poco más extenso y con ejemplos más amenos del periódico “El País“ , llamado "En el espacio nadie puede oír tus gritos... ¿o sí?"
 

Ya sabiendo este principio básico, vamos a subir el siguiente escalón del entendimiento y te voy a contar de un hermoso descubrimiento primero por parte de Ernst Chladni, el padre de la acústica y luego por el Dr. Hans Jenny, científico, músico, filósofo y médico. Digo hermoso porque lo que descubrieron a través de sus experimentos es increíblemente estético, innegable e incluso pareciera mágico.

Ernst descubrió la relación entre hacer sonar un arco de violín conectado a unas placas metálicas con los patrones  que se formaban en polvo fino o arenoso en la superficie de la placa. A esto se le llamo "figuras sonoras de Chladni"  y luego Jenny desarrolló la ¨Cimática¨, que se refiere a la visualización de esta relación entre el sonido y materia a través de diferentes materiales ya no solo arena sino agua a través de otros instrumentos como generadores de frecuencia y bocinas. Hoy, todo ello ha llegado a un nivel artístico de expresión como el de este video de 6 min que con una demostración de música electrónica ejemplifica todo lo anteriormente mencionado, no solo te lo recomiendo para que ancles esta información sino para que tu mente se maraville un poco. CYMATICS: Science Vs. Music - Nigel Stanford


Imágenes del video arriba sugerido

 


Habiendo pasado ya por la inevitable correlación entre el sonido y la materia ahora voy a mencionar la relación entre el pensamiento y la materia, porque el nombre personal no se porta solo cuando uno dice su nombre a otra persona, o cuando nos presentamos ante un público  o cuando alguien nos llama sino también cuando lo escribimos en un artículo o una biografía, cuando lo leemos y mucho más allá, cuando lo pensamos.

Aquí es imposible no mencionar al enorme Masaru Emoto, ampliamente conocido por ¨los mensajes de agua¨ donde habla de sus descubrimientos de como el sonido, las palabras y el pensamiento pueden modificar la estructura del agua dependiendo de su cualidad vibratoria, siendo que las palabras con connotación negativa crean cristales amorfos y asimétricos y las palabras con connotación positiva crean cristales armónicos, estéticos y simétricos. Afirmando así el puente entre los principios físicos de la relación del sonido y la vibración con la materia pero también mostrando los principios de la relación entre la cultura y sus códigos simbólicos colectivos con la materia.
 

 

Es decir, importa tanto la vibración y el sonido como cómo se perciben estos por nuestra mente y emoción. Los descubrimientos de Emoto no solo nos hacen preguntarnos sobre lo dañinas o beneficiosas que pueden ser las palabras que dirigimos a otros sino también nos hacen poner atención en el hecho de que nuestros pensamientos están enviando todo el tiempo información que modifica el agua que compone nuestro cuerpo en más del 80%.


Aquí están algunos ejemplos de cómo sonidos dirigidos al agua o de cómo ciertas palabras escritas o fotografías en los contenedores de la misma afectan la estructura del agua a nivel microscópico aunque no podamos percibirlo a simple vista.

Para entrar ya en tema de cómo todo esto se conecta con nuestro nombre, dejo como referencia para aquellos fascinados con esta información previa, el trabajo del fotógrafo brasileño Ricardo Fujii y su exposición ¨Ilumina¨  quien se inspiró en el trabajo de Emoto para fotografiar en efecto espejo al humo dispuesto en el centro de un círculo de personas en meditación... a las que se les pedía que conectaran y se concentraran en una palabra y experimentaran sensaciones y sentimientos relacionadas a la misma. El resultado es casi místico, como su hubiera podido captar a los espíritus detrás de dichas palabras.


Imágenes de la exposición fotográfica ¨Ilumina¨

 

Ya habiéndonos empapado del poder detrás de la vibración de los sonidos y pensamientos que componen a las palabras volvemos al tema central: nuestro nombre personal.

Después de todo este contenido ya podrás intuir hacia dónde voy. Ahora se siente cómo te invito a ver el tema de tu nombre desde un lugar mucho más significativo y profundo a comparación de donde lo vemos usualmente, ¿no?

El nombre que eligen para nosotros o que elegimos para nuestros niños, proyectos o sueños es una huella que imprime información en aquel que lo porta, seamos plenamente consciente de ellos o no.

 

Podía ser que hasta ahora no supiéramos cómo la música podía crear figuras en la arena pero eso no significa que eso no aconteciera, simplemente no éramos conscientes de ello.


En la siguiente parte hablaré ya no solo del trasfondo científico sino del simbólico respecto al poder detrás de nuestro nombre.

Hasta ahora podríamos concluir que el nombre como mantra podría estar creando una vibración determinada que modifique constantemente la materia que compone nuestro cuerpo pero eso no significa gran impacto hasta que relacionamos al sonido y a la palabra con una percepción cultural y una carga emocional individual y colectiva.

 

 

LA ELECCIÓN DEL NOMBRE EN DIFERENTES CULTURAS


En occidente usualmente el nombre de una nueva persona se elige por gustos, por honrar antepasados, por tradiciones, por tendencias, por el día de nacimiento, por personajes, algunas veces por significados y etimologías, rara vez por numerología e incluso a veces por información obtenida en los sueños pero en algunas otras culturas el nombre es parte de un ritual y es un título que se porta y cuyo significado es fundamental.


Los Nativos Americanos portan diferentes nombres compuestos con nombres de animales o elementos y cualidades de la naturaleza y pueden tener diferentes nombres según van recibiendo iniciaciones y van avanzando en su proceso evolutivo por lo que los nombres se portan con honor.


En la Cultura China portan generalmente un solo nombre que es seleccionado cuidadosamente considerando si la persona ha sido creada y ha nacido bajo circunstancias que le hagan carente de alguno de los 5 elementos esenciales para la cultura (metal, madera, agua, fuego y la tierra) y entonces se le asignaba un nombre relacionado al elemento ausente para que la persona equilibrara sus fuerzas e integrara las cualidades de dicho elemento.


En algunas tribus de África el nombre no se elige hasta unos 7-10 después del nacimiento del bebé para asegurarse de que el ser ha decidido quedarse en el mundo de los vivos y su nombre hace referencia al día en que nació ya que es el espíritu del bebé quien antes de nacer decide en qué día nacer y por tanto qué energía quiere emanar al mundo, su nombre es un recordatorio de ello.


Para los Hawaiianos los nombres como todo lo demás relatan una historia, en este caso la historia del nuevo ser que se ha ido trazando desde la historia que rodea su gestación y la de sus ancestros. El nombre puede ser asignado por alguna persona mayor del pueblo que haya recibido algún sueño o señal acerca del alma que encarna, el anciano o anciana conocen la historia no solo de los padres sino también del pueblo y es capaz con su sabiduría de intuir las señales que hablan de quién será este individuo para la tierra y el pueblo.


En la mayoría de las culturas antigüas se creía que el nombre de una persona podría marcar su destino tanto en la salud, el amor y la prosperidad. Ahora sabemos el poder que hay detrás de las palabras y por tanto podemos considerar que no estaban tan equivocados.

 

 

PISTAS PARA DESCUBRIR EL SIGNIFICADO PROFUNDO DE TU NOMBRE

La recomendación es que si alguien siente curiosidad por este tema se sambulla en comprender el nombre que porta, una buena forma de hacerlo es indagando en lo siguiente:

  • ¿Cómo lo eligieron tus padres o guardianes?
     
  • Si tienes más de un nombre ¿con cuál te identificas más? Conócelos más profundamente a cada uno y reconoce el signficado de que te llamen más por uno que por el otro. 
     
  • Tienes un nombre original que tus padres crearon, ¿qué significa para ellos?
     
  • Tu nombre lo portaba o porta algún miembro de la familia y ¿cuál fue o es su historia?
     
  • ¿Cuál es su significado etimológico y su significado en diferentes culturas?
     
  • ¿Cuál es la numerología detrás de él?
     
  • Pertenenció a algún personaje histórico o célebre y por eso fuiste llamado/a así, ¿cuál fue su historia?
     
  • Te llaman más por un apodo que por tu nombre, ¿qué significa esto para ti?
     
  • Cómo te sientes respecto a tus apellidos, ¿Reconoces o das más espacio a un linage que al otro?¿por qué?
     
  • Con qué de toda la información que has obtenido hasta ahora decides quedarte y qué decides soltar
     
  • Sabiendo todo esto ¿necesitas resignificar tu nombre para tener intimidad con él?
     
  • Has pensado en cambiar tu nombre ¿qué significaría esto para ti?
     
  • ¿Has considerado que en lugar de cambiarlo puedes transformarlo a través de separar tu nombre por partes y encontrar palabras ocultas en él que sean significativas para ti y así hacerlo tuyo para integrar tu pasado con tu presente?
     

Está claro que el nombre es mucho más que simplemente una fonética y gramática bonitas y es importante saber cómo nos marca. Es por eso que tal vez algunas personas nunca logran conectar con su nombre, porque tal vez inconscientemente lo asocian con situaciones indeseables o porque carece de significado para ellos o tal vez porque no desean identificarse con aquellas expectativas puestas detrás del mismo.
 

Estar peleado con nuestro nombre es estar peleado con nosotros mismos, es estar enviándonos vibraciones e información densa a nosotros mismos cada vez que hacemos contacto con él. Haz lo necesario para limpiar y sanar esta relación.


Por el contrario, el nombre tiene el potencial de ser una herramienta de la consciencia, un recordatorio de las virtudes y cualidades que más nos gustan de nosotros mismos. Saber de dónde viene y su simbolismo así como elegir las partes de él que más nos resuenan y soltar las que no nos sirven, puede ser un vehículo de programación de todo lo que somos y queremos ser. 

Desde nuestra psique hasta el agua y las células que somos están ahí escuchando constantemente toda la información que su contexto les otorga pero siempre pasando por el filtro de la consciencia, así que se consciente de lo que tu nombre mueve en ti profundamente cuando lo escuchas y lo ves, porque lo sepas o no, una alquimia invisible está ocurriendo a través de él todo el tiempo.

 

Tu nombre como tu mantra puede ser un ancla en tu vida para recordarte quién eres en momentos de duda, para sutilmente reafirmarte en el paso a paso e incluso si así lo deseas, para reprogramarte y transformarte profundamente.


El nombre es nuestro mantra porque no hay otra palabra que nos acompañe más durante toda nuestra vida. Tal vez no es que nos sentemos a meditar y a decir nuestro nombre repetidas veces pero está presente en nuestras identificaciones, en nuestras firmas, en nuestros regalos, en nuestra ropa, libros y colores cuando éramos niños, en nuestras cartas, en nuestros trabajos, está cuando hablamos por teléfono, está silenciosamente cuando nos miramos al espejo, cuando vemos nuestras fotografías, cuando nos reconocen las redes sociales y está incluso en aquello que queda de testigo de nuestro paso por la vida cuando ésta termina.
 

 

El nombre es en efecto un instrumento del pensamiento para liberarse de ser cualquier otro y atreverse a ser uno mismo.

Por eso hay que honrarlo, hay que darle un espacio y consciencia especial cuando decidimos nombrar a otro, y hay que saber soltarlo también cuando necesitamos nombrarnos a nosotros mismos de acuerdo a nuestro propio camino de vida.

Si algo espero es que si estas leyendo esto te des la oportunidad de sumergirte en la historia de tu nombre si no lo has hecho aún, que veas sus matices y las razones por las que te fue asignado así como que también te permitas resignificarlo cuando sea necesario. Conocer tu nombre, es conocer tu propia historia en este cuerpo, aquí y ahora.

Tal vez en un próximo artículo profundizaré en los muchos aspectos detrás de la elección de un nombre que puede haber, para que quienes estén en la aventura de esperar una nueva vida tengan muchas herramientas para darle a sus hijos un regalo a través de su nombre. Nombrar a alguien es un honor, una bendición y una celebración demasiado grande como para no desmenuzarla cariñosa y cuidadosamente. Este artículo de cualquier manera ya deja muchas pistas para reflexionar.

 

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Publicado por PSICÓLOGA SANDRA CAMARENAG
25/10/2021
Soy Psicóloga enfocada en psicología humanista. Terapeuta holística, integrando terapias físicas, simbólicas, energéticas y cuánticas. Promotora de la AUTOSANACIÓN por lo que mi trabajo está ori...
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