Por la actual situación de confinamiento y emergencia mundial se ha hecho evidente la necesidad de abordar la situación con algunas herramientas, alternativas o complementarias, para el bienestar personal, tal como es: la meditación.
Durante muchos años se han visto diferentes y contrarias posiciones respecto a lo que algunos llaman pseudociencias y otros llaman medicina natural. Esto ha sido causa de conflictos y ha marcado una división importante entre personas ya que más que ser simples prácticas, son creencias que han forjado estilos de vida bastante arraigados entre sus seguidores . Sin embargo, los tiempos actuales han roto todos los esquemas y exigen el rompimiento de paradigmas pero sobre todo, invitan al colapso de las divisiones entre colectivos. En este momento todos somos humanos, todos somos vulnerables y por lo tanto todos le abrimos la puerta a la oportunidad de aprender sobre aquello que no comprendemos completamente.
En realidad, no es sólo que la perspectiva convencional se haya abierto a la práctica de rituales milenarios de Oriente como lo prueba el video del Hospital de Alcorcón en Madrid, donde un grupo de personal sanitario se encuentra armonizando el tan conocido mantra OM sino que los seguidores estrictos de la medicina natural han tenido que servirse en ocaciones de la asistencia y orientación médica para hacerle frente a esta situación. Estos son tiempos de encontrar terreno en común.
Y es que verdaderamente siempre ha sido así, pero nunca hemos bajado lo suficientemente la guardia como para darnos cuenta de que no hay necesidad de determinar cuál es la mejor forma de hacer las cosas sino que siempre ha habido la posibilidad de sumar lo mejor de todas las perspectivas para crear la forma que tenga el más óptimo y más amplio impacto en el bienestar y la salud.
Ahora, las circunstancias nos obligan a todos a reconsiderar, reflexionar y a verdaderamente trazar un nuevo camino con una mirada más integral respecto a nuestras necesidades y cómo cubrirlas.
Al día de hoy, uno de los desafíos más grandes a los que nos enfrentamos como humanidad es a ser capaces de sostenernos a nosotros mismos emocionalmente y contar con las herramientas para hacerle frente a los índices de ansiedad, angustia, insomnio y depresión que crecen día con día a medida que el proceso de cuarentena e incertidumbre se alargan.
Así como se ha ido saturando la capacidad del sistema médico para atender a los físicamente afectados, hay países que comienzan a reportar el mismo tipo de incapacidad de sostener las necesidades de atención mental y emocional de las personas afectadas por parte del sistema de salud mental.
Ante esto, ha crecido la necesidad de acercar a las personas a técnicas y prácticas personales que puedan ayudarles a sostenerse con autonomía a través de esta experiencia. Una de esas opciones parece que está siendo orientada hacia la difusión de técnicas de relajación y meditación.
Por ejemplo, el 4 de abril de 2020 los resultados de las búsquedas en Google en la sección de noticias arrojaban resultados como los siguientes:
Ahora son revistas, periódicos y canales ampliamente reconocidos los que difunden y reconocen los beneficios que éste tipo de prácticas pueden ofrecer en tiempos de crisis. Esto es transcendental de remarcar sobre todo cuando en este ejemplo, hablamos de un país como España donde en los últimos años ha habido un movimiento activo en contra de las llamadas pseudociencias que en su lista, incluyen justamente a la meditación, aunque ésta sea una práctica respaldada por grandes instituciones a nivel mundial desde hace ya varios años.
Por eso, es inevitable que haya celebración y esperanza dentro de la comunidad del crecimiento personal y la espiritualidad cuando vemos cada vez más contenido y más acciones en las redes relacionadas a prácticas como ésta.
Y no es que esto sea digno de reconocerse y celebrarse porque signifique una victoria sino porque significa que ahora tenemos la oportunidad de compartir aquello que nos ha servido a nivel personal con un mayor número de personas, para que así el beneficio de estas prácticas impacten a muchos y muchas más. Hoy también es tiempo de celebrar cada cosa que nos de un poco de esperanza y felicidad.
Hay veces que la crisis abre justo los caminos que pudimos haber tomado para evitarla, pues la toma de consciencia y los cambios que ésta nos susurra son las pautas para transitar el camino más armonioso y sin embargo, en medio de la actual crisis, yace un potencial gigante. ¿Cuántos más serán los caminos y las oportunidades que se nos abrirán a partir de ahora?
¿Cuánto podremos crecer y cuál distinto será el mundo que podremos construir a partir de todo esto?.
Sí, son tiempos duros pero si aprendemos todos en el proceso, todo estará bien y eventualmente tal vez, si así lo decidimos, todo será mucho mejor.
¡Ánimo!