Muchas prácticas de sexualidad consciente en la mujer han estado tradicionalmente orientadas a despertar a la diosa pasional, a su consciencia más tribal y salvaje.
En muchos escritos ancestrales sobre Tantra, se cuentan las historias de hombres que vivían sumergidos en su paz interior, en constante meditación y que cruzaron sus destinos con mujeres tántricas salvajes que vivían solas en el interior de los bosques. Estas mujeres se convirtieron en sus guías, maestras y amantes. Su poder de atracción conseguía que estos hombres abandonaran sus estudios y su disciplina para experimentar vivencias intensas con estas diosas y comenzar caminos de crecimiento interno con ellas y sus pasiones desbocadas.
¿Le merece la pena a una mujer despertar su parte salvaje?
Los senderos del crecimiento interior nos acercan a nuestro yo real. Nuestra verdadera esencia aparece según vamos recuperando fragmentos que fuimos abandonando u ocultando atrás a raíz de sufrir diferentes experiencias que no supimos gestionar emocionalmente en su momento. Cuando recuperamos uno de estos fragmentos también reactivamos parte de nuestra energía que permanecía dormida.
Cuando escondemos o bloqueamos una parte de nosotros mismos, reprimimos el flujo de fuerza vital y las emociones correspondientes. Normalmente ocultamos estos fragmentos porque la sociedad nos envía el mensaje de que no nos va a aceptar si los mostramos o expresamos.
Entonces, para ser aceptadas, las mujeres muchas veces esconden su fragmento de mujer salvaje y se sienten culpables de albergarlo en su interior. Esto provoca que pierdan la fuerza vital y sexual que lo acompañan de manera natural.
Al principio está decisión se percibe como correcta y hace sentir bien a las mujeres que la toman. Se sienten aceptadas y respetada en su entorno, lo que les proporciona una vida tranquila y equilibrada.
Pero con el tiempo, las mujeres comienzan a sentir el anhelo de que esa parte se exprese en libertad. Comienzan las fantasías, tal vez cierta ansiedad. Y en el día a día se siente que algo por dentro está muerto, aburrido, sin vida. Ellas comienzan a intuir que hay algo más. Algo les dice que hay algún tipo de pasión y energía escondidas esperando a explotar. ¡Y quieren vivirlo ya!

Su diosa animal, su interior salvaje está despertando.
Si tú ya has sentido esa llamada, puede que una parte de ti esté emocionada de imaginarse experiencias donde esa mujer instintiva y pasional se exprese e interaccione con los demás.
Quieres darle el placer que te pide, las vivencias que necesita para ser... Pero otra parte de ti cree que eso es imposible. Te hace sentir incómoda, te sientes con la llama apagada, e incluso culpable. No es nada fácil volverse desenfrenada y salvaje. Lo correcto es ser civilizada, educada, una dama respetable. Además, tu mente te alerta enviándote emociones relacionadas con el miedo. Relacionas lo salvaje con la locura.
Piensas que si dejas libre a toda esa parte interna será demasiado para ti y para los demás. Crees que no lo vas a poder sostener y que los demás terminarán por rechazarte.
Empiezas a convencerte de que disfrutar de tu placer es solo una fantasía infantil y destructiva, impropia de una mujer centrada.
Pero en algún momento no podrás soportarlo más. Llega un día en el que la chica inocente y sumisa, que miraba al suelo, alza desafiante su mirada y sonríe de medio lado... Ya aguantó demasiado tiempo. Ahora está lista para erguirse de un salto y rugir como una leona: La mujer salvaje ha despertado.
Y una vez que la has despertado, llegan a ti nuevas emociones. Tal vez te sientas aterrada, o abrumada.
Necesitas encontrar un espacio en la vida real donde poder expresar de manera contenida todo esto. Y aquí es donde un círculo de mujeres puede ayudarte. También las sesiones con un terapeuta tántrico, un experto en masajes de sexualidad consciente pueden ofrecerte un espacio donde sentirte segura de expresarte tal y como eres, de volverte loca... pero poco a poco.
Este proceso debe ser gradual porque la energía del despertar afecta a todos tus cuerpos, a todo tu ser. Si abres el canal de golpe puede liberarse gran cantidad de energía que provoque el efecto contrario al deseado. Pueden aparecer armaduras, muros de protección e incluso provocar un apagón sexual o energético del que sea complicado recuperarse.
El mejor camino es permitir a tu mujer salvaje expresarse un poco. Vive una experiencia que te ayude a quebrar parte de los límites que te acompañaron durante tantos años. Entonces, primero rompe un poco... esto te servirá para hacerte consciente de que ya diste el paso, de que tu diosa salvaje interna ya comenzó a abrir los ojos y a actuar realmente en tu vida.
Y ahora observa con atención las sensaciones y emociones que todo esto despierta en ti. Medita la vivencia, pon la atención en ti, integra lo ocurrido, y repite de nuevo otra experiencia, un poco más adelante. Y trata de vivirlo todo en un espacio celebrado con personas que entienden por dónde estás caminando. Personas que ya pasaron anteriormente por todo eso. O tal vez personas maestras, guías que ya que han atendido a decenas o a cientos de diosas que caminaron por este sendero antes que tú.
De esta manera, comienzas a sentirte segura con esta energía que va resurgiendo... esa energía que puedes percibir que emana de lo más profundo de ti, que anhela expresarse, bailar, temblar y disfrutar de la excitación y los orgasmos.

5 formas de despertar a tu mujer salvaje
1- Qigong Shaking: Un gran método para eliminar los bloqueos y el estancamiento energético, al sacudir el cuerpo durante varios minutos. Consigue que tu energía vital y sexual fluyan libremente por tu cuerpo.
2- Respiración Tántrica: Métodos de respiración e hiperventilación que hacen fluir la energía y facilitan los orgasmos corporales.
3- Danza Erótica Consciente: Mueve el cuerpo de manera sensual primero y sexual después, permitiéndote expresar energías y deseos sexuales. Prueba a bailarla con un experto en sexualidad consciente que empuje dulcemente pero con firmeza tu cintura en todas direcciones mientras recorre tu cuerpo y te acompaña en los movimientos de vaivén que surgen de forma natural.
4- Fusiónate con la naturaleza: No hay nada más salvaje que la propia naturaleza. Así que sal al campo, a la montaña, a la playa... Mejor si puedes estar desnuda. Prueba en el interior de un bosque pero también te sirven las playas nudistas.
5- Masaje Tántrico: Activa tu energía sexual y mantenla álgida durante muchos minutos, en un ambiente seguro con un experto que sostenga el proceso de liberación de tu diosa salvaje y el fluir de tu energía vital.
Con el tiempo puedes realizar varios de estos ejercicios enlazados. Imagina unos minutos de Shaking, seguidos de un poquito de Danza Erótica Consciente, acompañada, para finalizar recibiendo una sesión de Masaje Tántrico.

Y cuando liberes a tu diosa interior salvaje...
... ¿qué pensarán los hombres que te encuentren en su camino? ¿Serás una amenaza para ellos? Puedes estar tranquila con eso. Los hombres emocionalmente inmaduros, inseguros o inestables es fácil que tengan miedo a las mujeres despiertas y liberadas. Sin embargo, tendrás más opciones de que los hombres centrados y equilibrados puedan verte y sientan el impulso de acercarse. No hay mejor filtro natural para evitar a hombres descentrados que el liberar a tu mujer despierta y salvaje.
Entre los hombres despiertos, llegarán los que aprendan a entregarse (y sí, es una entrega) a tu Mujer Salvaje. Su determinación será premiada y descubrirán un éxtasis sexual que nunca hubieran podido imaginar, que nunca habrían logrado encontrar de otro modo. Tu diosa interior salvaje provocará que enormes cantidades de energía sexual y orgásmica recorran los cuerpos de tus amantes y les invitará a disolverse en esta cascada de placer con ella.
En la cultura occidental normalizada, el estereotipo femenino es a menudo una mujer sumisa y débil. Pero en Tantra, el ideal es una mujer salvaje, enérgica y orgásmica.
A través de la experiencia, un hombre despierto verá en ti que eres poderosa, pero que ese poder no lo utilizas para posicionarte sobre los demás, sino que tu poder es el de la Creación misma, el poder de la naturaleza. Tu cuerpo tiene la capacidad de transmitir toda esa energía de una manera hermosa e increíble, como una puerta para el nacimiento físico y energético de los demás.
Si ya vibra dentro de ti, no lo dudes: Sigue a tu llamada interior y despierta al fin a tu Mujer Salvaje.