Siempre pensé que honrar a los ancestros era exclusivamente respetarlos, reverenciarlos o venerarlos.
Y ahora puedo ver que este concepto va mucho mas allá.
Por un lado, el trabajo con el árbol genealógico me ha ido mostrando la gran importancia de incluir a todos los miembros del sistema familiar (incluidos los no nacidos) y darles su sitio respetando los ordenes del amor. Porque de otro modo el alma familiar no descansa.
Por otro, al mirar detenidamente el árbol, también he visto toda la información que ahí se maneja (repetición de nombres, fechas, oficios, parecidos, dobles etc) y que nos muestra los enredos, secretos y otros temas importantes del inconsciente familiar.
Parte del viaje de los ancestros después de la muerte, puede incluir hacer reparaciones por los errores que cometieron en la Tierra. Por eso, es bueno pasar un poco de tiempo estudiando nuestras relaciones con ellos, por su bien y por el nuestro.
Irónicamente, las mismas cosas que nos arruinan, a menudo son parte de la herencia de nuestros antepasados. El alcoholismo, los patrones de abuso físico y sexual, la crueldad emocional , el extremismo religioso, el racismo, el sexismo, las heridas relacionadas con el dinero y la pobreza, la predisposición a la enfermedad física y mental...
Los ancestros pueden ser tanto el origen de la dificultad como el remedio. Cada vez que tomamos las decisiones correctas cuando nos enfrentamos a estos patrones heredados, nos elevamos a nosotros mismos y a sus espíritus.
Ser personas más éticas, equilibradas, y de corazón abierto es una de las ofrendas más poderosas y sinceras que podemos hacer a nuestros antepasados.
Lo que no se resuelve, no se acepta o no se acaba en una generación, pasa a las siguientes. Sigue un patrón de repetición o de compensación, hasta que alguien lo trasciende. De esta manera el sistema familiar busca una solución, intenta sanar. Si las generaciones venideras consiguen lo que no han conseguido las anteriores, conseguimos evolucionar.
Nuestros ancestros son los guías ideales para la curación de la familia, ya que les interesa que las futuras generaciones prosperen.
Ahora entiendo que la forma mas importante para honrar a nuestros antepasados es cumplir con nuestro propósito de vida aquí en la Tierra.
Muchas culturas mantienen que cada uno tiene un destino único o karma que cumplir y que lo ideal es dar prioridad a recordar estas instrucciones originales y hacer lo que sea necesario para expresar nuestros dones, nuestra verdadera voluntad, y nuestro Ser más auténtico.
Cumple el propósito de Tu Alma y así estarás honrando a tus ancestros.
Después de todo, ¿hay algún modo mejor?