SONRÍE

La sonrisa es la máxima expresión del alma. Es una caricia, es un asentimiento a la vida.

Es la forma de expresar que reconoces al hermano que tienes en frente, que ves realmente quién es, que lo recuerdas y que lo honras, que lo acompañas en su caminar aunque sólo sea por unos instantes. Cuando dos personas se sonríen sus chispas divinas se saludan, se abrazan.

La sonrisa abre el cuarto chakra. Energéticamente se produce una liberación de todos los bloqueos de esa área y también del chakra de la garganta. Cualquier sentimiento bloqueado, cualquier palabra no dicha o no escuchada quedan liberadas con el mero hecho de sonreír. También se activa el tercer ojo, el sexto chakra. Se produce un desbloqueo de esos tres chakras que se reconectan de nuevo con el flujo natural de la vida y producen un reencuentro con la divinidad que habita en nosotros.

Sonreír a lo largo del día fortalece y revitaliza nuestro sistema inmunitario. Es como si el Sol entrara por la ventana y calentara una habitación. Es esa luz que da vida, que da alegría.

Y qué produce en el otro una sonrisa? cuando alguien te ve sonreír recuerda en lo más profundo de sí mismo que él o ella también son una chispa divina, que en algún lado en su interior existe una luz que espera a ser mostrada; recibe tu amor y tu cariño, tu respeto, tu reconocimiento de quién es realmente. Y se produce una reacción en cadena en todo su sistema energético que de alguna forma es sacudido por la luz que asoma en tu sonrisa.

Si ese otro ser consigue devolverte la sonrisa experimentará todo lo dicho anteriormente; pero hará algo más. Vuestras luces se unirán formando una única luz brillante que contagiará amor y confianza en la vida a todos aquellos que en ese momento se encuentren cerca pero además brillará para todo el planeta aunque sólo sea por unos instantes, produciendo una pequeña reacción en cadena en todos los seres que habitamos aquí.

¡Sonríe!